Bulgaria tiene mucho que ofrecer a quién lo visita. Una historia llena de vicisitudes que se ahonda en el pasado de su dinastía tracia, para continuar con una época medieval convulsa con su máximo referente en la capital medieval del país, Veliko Tarnovo, donde gobernaron los denominados zares búlgaros.
Toda esta historia se encuentra enclavada en un país que conforma su frontera norte con Rumanía compartiendo el río Danubio en su último discurrir hasta el Mar Negro, del que Bulgaria participa también con su Riviera búlgara bañada por las aguas de dicho mar.
La cordillera de los Cárpatos atraviesa su parte central y el suroeste se encuentra ocupado por las fabulosas montañas de Ródope y de Rila, donde se encuentra ubicado su más renombrado monasterio, una de las imágenes icónicas del país con su arquitectura de paredes con franjas negras y rojas sobre fondo blanco.
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