Laponia es el norte salvaje de Finlandia y el último refugio de los sami, que subsisten con la cría de renos y vendiendo souvenirs a los turistas.
No hay demasiada historia para ver, ya que al final de la Segunda Guerra Mundial, las tropas alemanas en retirada implementaron una política de tierra quemada para castigar a sus aliados finlandeses por aceptar la paz con la Unión Soviética, arrasando todo a su paso. Es por ello que la gente no viaja a Laponia para ver arquitectura, vienen aquí por la naturaleza. Si bien no hay montañas escarpadas o fiordos aquí, los bosques de pino sin fin y las colinas redondeadas sin árboles (tunturi) se describen con una belleza impresionante.
El idioma local es el finlandés, pero como en todas partes en Finlandia, para sobrevivir va muy bien el Inglés. Navidad es la época por excelencia para ir a Laponia. Aquí se vive como en ningún lugar ya que estamos hablando del hogar de Santa Claus o Papá Noel. Además de disfrutar con sus renos y ayudantes podemos disfrutar de las espectaculares Auroras Boreales o fenómenos tan sublimes como el sol de medianoche.
